Al final, el fracaso profesional en un mercado de trabajo tan complicado como el que vivimos hoy, con revoluciones constantes nunca vistas, se reduce básicamente a la incapacidad para adaptarse a ese entorno cambiante y a las dificultades para fabricar nuestra propia marca y construir nuestra empleabilidad. Evita algunas chinas en tu zapato para salir ganador en una carrera en la que la competencia es feroz.
Fuente: Expansion
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