El presidente del CEOE de Tenerife, José
Carlos Francisco, considera que la administración autonómica canaria
debería prescindir de unos 5.000 empleados públicos en 2013 para
ajustarse a la reducción de las aportaciones del presupuesto del Estado. En opinión del dirigente de la patronal tinerfeña, en torno a 400
millones de euros de ese recorte estatal, que se sitúa en unos 600
millones, tendrían que ahorrarse en prescindir de personal en órganos
administrativos que prácticamente no tienen funciones.
"El
mundo ya ha cambiado y la administración canaria va a cambiar porque no
tiene más remedio. Cuanto más tarde, más grave será la enfermedad y la
recuperación será más larga, de manera que pueden quedar secuelas por no
haber actuado a tiempo", afirmó José Carlos Francisco en una entrevista
con la Agencia Efe. Para el dirigente empresarial, hay parte
de la administración cuyas funciones ya no tienen razón de ser "y si no
hay función no debe haber órgano".
Por eso "no es precisamente
en sanidad" donde hay que reducir personal, porque se nota en el
servicio, "sino en departamentos que dan licencias, que dan
autorizaciones y que hacen informes, pero que ahora ni dan licencias ni
sacan concursos ni adjudican ni controlan. Ahí debería haber un gran
recorte".
El Gobierno de Canarias, según Francisco, debe
preservar en cambio "las partidas que tienen impacto multiplicador en la
economía, como la inversión publica, que ya está bajísima", o las
políticas dinamizadoras de la economía. Todas las empresas han
hecho ajustes, incluso los sindicatos han hecho expedientes de
regulación de empleo, y la administración necesita "un ajuste de
estructura permanente y definitivo" que pasa por la rescisión de
contratos de personal laboral e interino, no de funcionarios, precisó.
José Carlos Francisco admitió que se han tomado algunas medidas, como la bajada de salarios de los empleados públicos, ajustes de personal en empresas públicas o aumento de la jornada en la sanidad, pero en otras áreas, como la educación, "no se está aplicando el real decreto" de julio pasado, que provocaría más ajustes de personal. Aplicar el real decreto en educación permitiría nuevos ahorros y a la vez habría que aumentar la concertación con más centros privados, que es muy baja en Canarias.Eso "sería bueno para todos porque la calidad no se deteriora y los costes serían más bajos; eso vale también para la sanidad".
José Carlos Francisco admitió que se han tomado algunas medidas, como la bajada de salarios de los empleados públicos, ajustes de personal en empresas públicas o aumento de la jornada en la sanidad, pero en otras áreas, como la educación, "no se está aplicando el real decreto" de julio pasado, que provocaría más ajustes de personal. Aplicar el real decreto en educación permitiría nuevos ahorros y a la vez habría que aumentar la concertación con más centros privados, que es muy baja en Canarias.Eso "sería bueno para todos porque la calidad no se deteriora y los costes serían más bajos; eso vale también para la sanidad".
"Hay que darse cuenta de que estamos
enfermos", las medidas que se han tomado hasta ahora no son suficientes,
pero "por lo menos ya estamos en el hospital", el problema es que
"algunos no quieren ir a quirófano", dijo continuando con el símil. "Una vez cerrada la hemorragia" del déficit público y del
endeudamiento privado, prosiguió, "hay que hacer una transfusión de
sangre porque el enfermo está muy débil", y para él consistiría en crear
"un círculo virtuoso" con un gran plan de dinamización europeo en 2014
por valor mínimo de un billón de euros.
José Carlos Francisco
afirmó que los recortes para controlar el déficit público también deben
realizarse en el Gobierno central, pero en este caso se mostró
disconforme con la distribución que se hace de los ajustes, porque
perjudica y discrimina a Canarias. "En el caso de Canarias, la
atención a su situación especial no se puede perder, las autoridades
deben saber que es un caso muy distinto y no olvidarse de esa
especialidad". Afirmó que la consideración especial para
Canarias "no es regalada, es una ayuda compensatoria a hechos objetivos
por un interés general español y europeo. Igual que nosotros hemos
cedido para estar en un conjunto, el conjunto nos da cosas para que
permanezcamos, ha de haber un equilibrio".
El presidente de la
CEOE tinerfeña también defendió una reducción en el número de
administraciones públicas, porque "no tiene ningún sentido que haya más
de 8.000 ayuntamientos en España ni 88 en Canarias, o que para una misma
competencia actúen cuatro administraciones públicas". "Pero
ese tipo de reformas llevan tiempo, ahora es el tiempo de los cirujanos,
de abrir y cortar, de los ajustes no de cuatro personas, sino de mucha
gente".
En cuanto a una salida de la crisis, José Carlos
Francisco estimó que es posible que hacia el cuarto trimestre de 2013 se
pare el declive y en 2014 se empiece a crear empleo, aunque eso
dependerá del plan de dinamización europeo. Para esa salida de
la crisis, Canarias debe apostar por las energías renovables, que "de
manera incomprensible" y por culpa propia "y de nadie más", son un
sector "absolutamente famélico" en las islas "se compare con quien se
compare". También hay futuro en las actividades logísticas,
"que se están desarrollando de forma bastante exitosa en el puerto de
Las Palmas", y se debe potenciar a las islas como nodo de comunicación
con África.
Además, hay que renovar la planta turística obsoleta, lo cual permitiría como efecto añadido recuperar al menos a 10.000 o 15.000 personas del sector de la construcción de las 100.000 que han quedado en paro en esta crisis.
"Pero los instrumentos urbanísticos y administrativos nos siguen poniendo trabas, impiden hacer la mayoría de las cosas, tenemos una una burocracia terrible", lamentó. Hay otras muchas posibilidades de empleos nuevos que se les van a ocurrir a los emprendedores "y lo que se necesita es crear las condiciones para no paralizar las iniciativas de los nuevos innovadores", afirmó. "Ni el empresario ni el innovador pueden ser presa del pesimismo porque ese es el primer paso hacia el fracaso. Debemos ser realistas y tener una percepción clara de lo que está pasando. Nuestro trabajo es ver oportunidades donde otros no las ven, arriesgarse a invertir".
Además, hay que renovar la planta turística obsoleta, lo cual permitiría como efecto añadido recuperar al menos a 10.000 o 15.000 personas del sector de la construcción de las 100.000 que han quedado en paro en esta crisis.
"Pero los instrumentos urbanísticos y administrativos nos siguen poniendo trabas, impiden hacer la mayoría de las cosas, tenemos una una burocracia terrible", lamentó. Hay otras muchas posibilidades de empleos nuevos que se les van a ocurrir a los emprendedores "y lo que se necesita es crear las condiciones para no paralizar las iniciativas de los nuevos innovadores", afirmó. "Ni el empresario ni el innovador pueden ser presa del pesimismo porque ese es el primer paso hacia el fracaso. Debemos ser realistas y tener una percepción clara de lo que está pasando. Nuestro trabajo es ver oportunidades donde otros no las ven, arriesgarse a invertir".
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